Marketing digital sí, pero la calidad siempre por delante

Vivir en la era de la comunicación significa tener tecnología útil para la divulgación de los negocios. Mientras que la publicidad del pasado era de alto coste y en casi todos los casos tenía un impacto nacional, Internet permite dar a conocer en un escenario que no tiene ni límites ni fronteras. Sin embargo, la competencia es alta y el éxito no se basa en simplemente publicar cualquier cosa.

Hoy en día, existe una infinidad de gurús que afirman saber todo sobre marketing digital. La mayoría enseña a sus audiencias aplicaciones para la automatización de mensajes en las redes sociales, o la utilización de palabras claves para mejorar el posicionamiento de una página web en Google. Sin duda alguna, estas son herramientas fundamentales para la publicidad en el ciberespacio, pero los estándares de los buscadores son mucho más complicados.

Esto nos lleva a la siguiente premisa: no se trata solo de cantidad, sino también de calidad. La red es un medio masivo de audiencias globales y mensajes que se pierden con facilidad en menos de lo que canta un gallo. Por eso, lo primero es forjar un criterio para la creación de contenidos buenos, efectivos y exitosos. Lo veremos a continuación.

 

¿Qué es la calidad en marketing digital?

Lo realmente importante es tener un alcance consistente y lectores fieles. La frase “posicionamiento web” debe ser la consecuencia y no la estrategia. No existen fórmulas mágicas para vender más en el Internet o tener un mayor flujo de visitas sostenidas.

Ciertamente, algunas prácticas pueden hacer que un sitio web aparezca momentáneamente en los primeros lugares de las búsquedas de Google, pero eso no garantiza que tu público se quede. Si un usuario o consumidor entra a un sitio web y este no cumple con sus expectativas, él mismo dará marcha atrás y buscará un contenido que le llame la atención.

¿Y qué ocurre con los contenidos que no atrapan? Su destino está en ser ignorados por miles de usuarios descontentos, hasta que caigan abandonados al baúl de los recuerdos de Google.

 

El marketing de hoy es el de contenidos

El usuario busca colmar sus inquietudes o necesidades comerciales, y no gastará tiempo o dinero en algo que simplemente no le va aportar soluciones.

Básicamente, tener un buen contenido se resume en una ecuación que es bastante conocida hoy en día por los verdaderos profesionales de SEO: escritura útil e interesante + videos que atrapan + diseño = Calidad.

Pero todo esto puede ser más complejo. Los lenguajes y formatos en el ciberespacio evolucionan cada día. Adaptarse con rapidez a las nuevas tendencias podría garantizar la supervivencia digital, pero hacerlo es no siempre es fácil. En cualquier caso, lo menos que podemos hacer, es asegurar contenidos de calidad.

 

Estudiar a la audiencia

Una buena estrategia está en tratar de ver lo que le gusta a la audiencia de nuestro sitio Web, nuestra tienda, online, etc. Para ello, primero debemos conocerla, saber su edad, sexo y los nichos a los que pertenece.

En este sentido, son muy útiles las estadísticas de la página web, redes sociales, etc. Si no disponemos de datos de otra forma, podemos plantearnos la realización de encuestas propias, por ejemplo, entre cien usuarios.

 

Lo original genera interacción

El marketing digital no se construye solo de mensajes y publicidades repetitivas. Hablamos más bien de un esfuerzo comunicacional orientado en darle algo diferente al usuario. Solo el cuidado de los detalles y el interés generan interacciones productivas y estas nos hacen crecer.

Decir cosas que otros no han dicho, o hacerlo de una forma diferente puede marcar la diferencia. Evidentemente, hablamos de creatividad pura. Podemos hacer un ejercicio de empatía, ¿qué buscamos cuando nos conectamos a Internet? La respuesta puede ser variada, pero hay siempre un denominador común: ante todo, calidad.