¿Cumple tu hosting la nueva normativa de la LOPD, ahora RGPD?

La Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD) fue una disposición de carácter legal desarrollada en España en el año 1999. Pero esta fue actualizada a través la nueva ley de protección de datos: el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) válido para toda Europa desde el año 2018.

Hoy en día, cada vez son más recurrentes las páginas web que solicitan a las personas información personal a cambio de acceso total a sus contenidos. Ya sea por medio de un registro, a través de tu correo electrónico o a través de formularios de datos que pueden llegar a ser muy específicos.

Ante ese escenario, se ha generado una preocupación cada vez más latente sobre el tratamiento que este tipo de páginas web le da a esa información. Se ha comprobado que, existen casos en los que, esos datos son facilitados a terceros o puestos en circulación en bases de datos con objetivos difusos. Por tanto, no se trata de una preocupación infundada.

Toda persona debe tener la capacidad de otorgar o denegar su consentimiento para que se produzca esa exposición de sus datos.

Organismos como el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, no se han quedado de brazos cruzados. Han desarrollado de forma oportuna regulaciones al respecto. Destacando las siguientes: LOPD y RGPD.

Una vez explicado esto, entremos en detalle…

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¿Qué es la normativa LOPD?

La LOPD fue la primera ley de protección de datos personales que se aplicó en el territorio español, en el año 1999. En líneas generales, esta se aplica para casos dentro del mundo de Internet, como fuera de este. El objetivo es regular la manipulación de la información que pudiera atentar en contra del honor, intimidad y privacidad de las personas.

Sin embargo, esta ley de protección de datos recibió muchas críticas, debido que, a pesar de que regulaba las formas de cómo terceros tratarán los datos, ignoraba el derecho de los propietarios de tales datos para dar su consentimiento sobre su distribución.

En pocas palabras, el problema se mantenía: no se requería de ningún permiso para utilizar la información personal de otros. Es por este motivo que en años posteriores se desarrolló una nueva ley de protección de datos optimizada: la RGPD.

LOPD y RGPD

El principal cambio que ocurrió durante la transición de LOPD a RGPD, es que éste último, es un código de carácter europeo que por lo tanto unifica las más de 28 legislaciones diferentes que existían en la materia en ese territorio.

Por otra parte, hace hincapié en todo tipo de empresas, incluyendo las tecnológicas. De esa forma, las grandes corporaciones del mundo del Internet como Google, Facebook o YouTube deberán rendir cuentas sobre el tratamiento de los datos de ciudadanos europeos.

Con seguridad durante tus jornadas diarias navegando en Internet, te habrás encontrado avisos de páginas webs que además de informarte sobre el uso de cookies, consultan tu disposición de permitir o denegar su almacenamiento. Pues, eso es gracias al RGPD.

Ese es el caso más básico, porque las cookies suelen ser inofensivas. Pero ese mismo principio de reserva de datos debe ser aplicado a tu información personal con obligatoriedad.

En consecuencia, gracias al nuevo RGPD ya tienes un control exhaustivo de tus datos personales. Puedes saber a quién se los facilitas y a quién no. De ese modo, se torna más sencillo identificar las páginas web que incurren en una distribución ilegal.

¿Mis datos están protegidos?

Pero ahora conviene preguntarse: ¿Todo eso es suficiente? Pues hasta la fecha la respuesta es afirmativa. El RGPD ha venido funcionando de forma apropiada.

La principal garantía de que tus datos están seguros, es la gran cantidad de plugins y guías de aplicación que se han desarrollado en los sistemas de gestión de contenidos más importantes, como WordPress.

Puede resultar curiosa la premura y el cuidado al detalle que los desarrolladores web han tenido para cumplir con la RGPD. El motivo es simple: miedo a las sanciones, de las cuales hablaremos luego.

De esa forma la Unión Europea por medio del RGPD ha puesto la lupa al mundo del Internet, el cual tiempos atrás parecía libre de cualquier tipo de Ley. Ese es el motivo y a su vez la garantía por la cual tus datos permanecen protegidos.

Nuevos derechos para los usuarios

Esta ley de protección de datos es mucho más amigable con los usuarios de las páginas web. De hecho, introduce nuevos derechos como los siguientes:

• Derecho al consentimiento: Obliga a los desarrolladores de páginas web a solicitar el permiso activo de los usuarios para cada acción que involucre sus datos personales. Deberán presentar formularios separados para cada caso.
• Derecho a la exclusión: Si un usuario de forma previa había otorgado su consentimiento ante determinada acción, estará en posición de retirar sus permisos. En ese caso, los desarrolladores deberán facilitar al usuario los mecanismos para cancelar tal suscripción a través de pocos clics.
• Derecho al olvido: Luego de que un usuario informe sobre su deseo de cancelar su consentimiento ante determinada situación, podrá, además, demandar que todos los datos que se hayan almacenado sean desechados.
• Derecho al acceso: Toda persona estará en posición de solicitar una descripción detallada de los datos personales que han sido almacenados. Así como, del tratamiento que se les ha otorgado.

¿Cómo debe cumplir tu hosting con el RGPD?

Lo primero que debes saber es que sin importar el tamaño o el impacto de tu página web debes cumplir con el RGPD. Debido a que ya estarás recibiendo visitas que almacenarán la IP de terceros.

Si además, cuentas con formularios de contacto, ofreces servicios remunerados, comercializas productos, trabajas con afiliados, tienes publicidad o guardas información de tus visitantes en tu ordenador, la aplicación del RGPD es aún más necesaria.

Ahora que ya sabes tus obligaciones te debes estar preguntando: ¿Cómo asegurar un hosting RGPD?

Se pueden requerir conocimientos específicos para que esto sea posible porque no solo se trata de ubicar anuncios sobre cookies o ciertas advertencias de uso de datos. Deberás transformar tu página web para adecuar los formularios de contacto e informar a los usuarios el destino final de sus datos.

Todo medio de contacto, deberá preguntar al usuario sobre su aceptación, marcando de forma predeterminada la casilla “no” para que sea la persona quien por voluntad propia y no por omisión, valide la entrega de su información personal.

Sin embargo, esta es tan solo la punta del iceberg. Además deberás conocer los diferentes tipos de consentimiento, términos y condiciones que aplican para tu caso. Es por ello, que existen plugins e incluso servicios profesionales que te asisten durante este proceso.

Sanciones importantes a quienes no la cumplan

En la gran mayoría de los casos, este es el punto clave y seguro tú no eres la excepción. El buen recorrido que está teniendo la aplicación del RGPD, se debe a las sanciones que pueden sufrir quienes no cumplan con su lineamiento. Se agrupan en dos categorías:

• Multas RGPD graves: Pueden llegar al 2% del capital ingresado por la página web durante el último año, con un tope de 10 millones de euros. Son aplicadas en temas con respecto a las certificaciones o control de los datos.
• Multas RGPD muy graves: Pueden llegar al 4% del capital ingresado por la página web durante el último año, con un tope de 20 millones de euros. Es decir, el doble que las multas graves. Estas se aplican en casos de divulgación a otros países, ilegalidad del tratamiento, delitos en cuanto al consentimiento y atentado contra los derechos citados en secciones anteriores.

Importancia de los certificados SSL

Los SSL son capas de conexión segura que se utilizan como estándares de seguridad durante la transferencia de datos entre el navegador y el servidor web. Son un mecanismo que sirve de auxilio para cumplir los lineamientos del RGPD.

Por ello, las empresas, así como los usuarios de Internet suelen acudir a ellos para mantener su información confidencial. Pero su importancia radica en que, esta vez, la protección está diseñada para protegerse ante la acción de hackers o ladrones de identidades.

Mediante los SSL, se crea una capa en la cual las dos partes de una comunicación pueden tener una conversación privada. Ésta funciona cifrando la información transmitida para que sólo pueda ser identificada por la página web autentificado.

En síntesis, resultan confiables aquellas páginas web que cuentan con una certificación SSL. Podrás saberlo al apreciar un candado a la izquierda de su dirección URL.

Sabemos que ajustar todas las características de tu página web a las disposiciones del RGPD no es tarea sencilla. Por eso, te ofrecemos nuestra ayuda. Contamos con un equipo interdisciplinario conformado por profesionales que te podrán brindar el acompañamiento técnico y legal necesario. Recuerda que existe un marco regulatorio que debe ser cumplido, para evitar sanciones.

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Francisco Rubio

CEO de ExpacioWeb Digital Marketing. Emprendedor y empresario. Debilidad por el marketing digital y el social media.

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